Este viernes 5 de mayo la ANEF cumplió 63 años de historia. En este extenso período, la organización que agrupa al conjunto de los funcionarios de la administración central se ha construido como un actor sindical, social y de la vida política de nuestro país, de primera relevancia.
La ANEF se ha puesto permanentemente al servicio de los trabajadores y trabajadoras del sector público. Y ha sabido ser también un actor de primera línea en la defensa de los derechos de todos los chilenos y chilenas. En los diferentes períodos de su historia la ANEF ha sido un impulsor fundamental de la unidad del movimiento sindical chileno.
Es esta capacidad, de nuestra organización madre, la que ha proyectado el sindicalismo público más allá de sus límites estrechos. Es esta capacidad de construir una propuesta político-sindical lo que explica el respeto que tienen hacia los funcionarios y funcionarias del Estado y sus organizaciones, amplios sectores de nuestra sociedad.
La ANEF ha sido el espacio de formación y desarrollo de grandes luchadores sociales. Quizás los más recordados son Clotario Blest y Tucapel Jímenez, ambos presidentes de nuestra organización. Pero son muchos más los que desde el sindicalismo público han aportado y siguen aportando hoy en día en la construcción de una sociedad justa, democrática y solidaria.
Hoy a 63 años de su fundación, desde la ANEIICH, saludamos a la ANEF y sus dirigentes. Esperamos que éste sea el sentimiento del conjunto de nuestros asociados y asociadas, reafirmar nuestro compromiso con la unidad del sindicalismo público y con sus propuestas para mejorar y dignificar la función pública y construir un País de Mayorías.
La ANEF se ha puesto permanentemente al servicio de los trabajadores y trabajadoras del sector público. Y ha sabido ser también un actor de primera línea en la defensa de los derechos de todos los chilenos y chilenas. En los diferentes períodos de su historia la ANEF ha sido un impulsor fundamental de la unidad del movimiento sindical chileno.
Es esta capacidad, de nuestra organización madre, la que ha proyectado el sindicalismo público más allá de sus límites estrechos. Es esta capacidad de construir una propuesta político-sindical lo que explica el respeto que tienen hacia los funcionarios y funcionarias del Estado y sus organizaciones, amplios sectores de nuestra sociedad.
La ANEF ha sido el espacio de formación y desarrollo de grandes luchadores sociales. Quizás los más recordados son Clotario Blest y Tucapel Jímenez, ambos presidentes de nuestra organización. Pero son muchos más los que desde el sindicalismo público han aportado y siguen aportando hoy en día en la construcción de una sociedad justa, democrática y solidaria.
Hoy a 63 años de su fundación, desde la ANEIICH, saludamos a la ANEF y sus dirigentes. Esperamos que éste sea el sentimiento del conjunto de nuestros asociados y asociadas, reafirmar nuestro compromiso con la unidad del sindicalismo público y con sus propuestas para mejorar y dignificar la función pública y construir un País de Mayorías.
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