martes, marzo 14, 2006

lecciones de la junta calificadora

Durante la primera semana de marzo, culminó el trabajo de la Junta Calificadora Central del SII, que realiza la calificación de los funcionarios y funcionarias de la Dirección Nacional. Desde la ANEIICH. En calidad de representantes electos, participamos de ella: Marión Cortés representando al escalafón administrativo, Luis Silva, al escalafón técnico; y Carlos Insunza, a los escalafones auxiliar y profesional, y en su calidad de presidenta de la Asociación más representativa, participó Patricia Velázquez.

Esta fue la primera experiencia que enfrentamos con las innovaciones realizadas por la Ley de Nuevo Trato en el sistema de Juntas Calificadoras. Es decir, con Juntas Calificadoras Regionales, y con representantes electos por escalafón. En términos generales, nuestra evaluación, como representes de los funcionarios y funcionarias de la Dirección Nacional se inclina más bien a ser positiva. Se logró revisar y corregir las calificaciones de un número importante de colegas que presentaron observaciones a su calificación, y de otros que aún, sin haberlas presentado, fueron planteados por los representantes de los funcionarios para su revisión.

Sin embargo, más allá de los resultados concretos del proceso, los representantes del personal nos hemos planteado, como continuidad de la tarea para la que nos eligieron los funcionarios, el extraer lecciones de esta experiencia que permitan, por una parte, fortalecer la defensa de los funcionarios, y por otra, impulsar mejoras al proceso de calificaciones.

Quizás uno de los problemas más urgentes de enfrentar, al menos en la Dirección Nacional, es el fuerte desconocimiento existente entre los funcionarios y las funcionarias con respecto a la importancia de las calificaciones, sus efectos y la reglamentación del proceso. No es casual que la mayor parte de los casos levantados por los representantes de los distintos escalafones, a pesar de no haber presentado observaciones, estuvieran calificados en lista 2 sin que los calificadores entregaran elementos que justificaran esta situación. Si hubiera que extraer una sola idea fuerza de nuestra experiencia, esta es que resulta indispensable fortalecer la decisión de cada funcionario y funcionaria de jugar un rol activo en este proceso, de asumir la presentación de observaciones, como un derecho que debe ser utilizado frente a situaciones en que éstas sean llevadas de manera unilateral e injusta.

Otra situación que se evidencia, al analizar el proceso de calificaciones en su globalidad, es la inexistencia de criterios uniformes entre subdirecciones y departamentos para calificar a los funcionarios. Esto produce que para funciones similares y rendimientos fundamentados de igual manera, las calificaciones difieran de manera importante. Frente a esta situación, nos parece que se debe desarrollar un trabajo conjunto entre los Representantes del Personal, las Asociaciones y la Dirección del Servicio que permita capacitar a las jefaturas en el desarrollo de un Proceso de Calificaciones que sea un aporte para el trabajo de los funcionarios y que resulta justo y equitativo para todos.

La ANEIICH Regional de la Dirección Nacional debe asumir este desafío, y esperamos que el proceso del año 2006 permita desarrollar mejoras sustanciales en estas líneas.

domingo, marzo 12, 2006

la mujer es el porvenir del hombre

Decía el poeta francés Louis Aragon, que la mujer es el porvenir del hombre, de la humanidad. Lo decía quizás en el sentido de que el futuro de la humanidad estaría condenado a la injusticia y la barbarie mientras existiera la discriminación y explotación hacia la mujeres. El Día Internacional de la Mujer es el símbolo de la relevancia de la lucha de las mujeres.

Cada 8 de marzo, no debe convertirse en un día semifestivo más en el calendario. Sobre todo para quienes somos parte del mundo sindical, de las organizaciones de trabajadores y trabajadoras, el Día Internacional de Mujer Trabajadora debe servirnos como día de conmemoración, homenaje y reflexión sobre la continua lucha de las mujeres trabajadoras por construir condiciones de vida de dignidad e igualdad.

Es esta lucha del movimiento de mujeres y de las mujeres sindicalistas, la que ha conquistado los avances que hoy se muestran como derechos incontestables, pero que hasta hace algunas décadas resultaban impensables. En Chile, la lucha por el derecho a voto, por leyes de protección maternal, por los derechos reproductivos, fueron procesos largos y difíciles.

Los desafíos en nuestra propia agenda son muchos: la inequidad salarial en el sector público, los intentos por vulnerar los derechos maternales contraponiéndolos a la posibilidad de las mujeres de hacer carrera profesional, el acoso sexual y laboral del que las mujeres trabajadoras son las principales victimas. Cada una de estas temáticas son parte de nuestras prioridades cotidianas, y contamos con cada una de ustedes para impulsarlas.