lunes, diciembre 19, 2005

la Gran Fiesta de Fin de año de ANEIICH Dirección Nacional


No son muchas las oportunidades que tenemos los socios de ANEIICH para encontrarnos y reconocernos. Las asambleas que realizamos durante el año, con las dificultades que tiene para muchos asisitir a ellas. Las conversaciones en los pasillos con los dirigentes, en general para analizar situaciones puntuales. Se trata de espacios que necesitamos con urgencia fortalecer para darle a la ANEIICH mayor fuerza, más democracia y participación. Pero no son esos los espacios de los que hablamos.

Porque la organización sindical no es un automatismo; no se trata de un espacio puramente instrumental. Se trata de un espacio de compromiso, de sueños compartidos y de construcción de nuevas realidades. Es por eso que desde el actual Directorio Regional hemos insistido mucho en los últimos dos años en realizar actividades de convicencia y encuentro. Como una forma de fortalecer nuestros lazos, de revivir la capacidad de reconocernos en los otros y de reconstruir vínculos de fraternidad y solidaridad.

Y llegando el fin del año 2005, el recién pasado jueves 15 de diciembre realizamos, en la sede de ANEIICH, nuestra Gran Fiesta de Fin de Año. Más de 80 colegas de la Dirección Nacional y la Dirección de Grandes Contribuyentes se hicieron el tiempo para compartir, conversar y conocernos más, bajo la excusa de una cena bailable.

La cena y la fiesta fueron un gran éxito. Y nos permitieron hacer un primer balance de lo que hemos avanzado en nuestra regional en el último período. Nuestra regional ha crecido considerablemente en socios. Pero sobre todo hemos logrado generar una importante presencia y una incuestionable legitimidad frente a las autoridades del SII, para abordar los problemas que afectan a nuestros colegas.

Además, aprovechamos la oportunidad para homenajear a los colegas de ANEIICH que jubilaron este año. Se trata de un gesto de reconocimiento que nuestra organización ofrece a quienes han dedicado una vida completa al servicio público. Y en esta ocasión, nuestro homenaje era para María Eugenia Román y don Marcelino Rubilar.

Agradecemos a todos quienes apoyaron este esfuerzo y trabajaron por llevarlo a cabo. Para Andrea, Marión, Marianela, Mari, Mónica y Luis, un abrazo fraternal y esperamos seguir contando con su apoyo y ayuda.

Esperamos, tal como lo dijeron muchos colegas esa noche, que esta instancia se transforme en una tradición en nuestra regional, que podamos repetir año a año, un espacio de encuentro y distensión que nos permita tomar fuerzas para enfrentar los nuevos desafíos que tenemos por delante.

Y finalmente, porque las imágenes, a veces, valen más que mil palabras, publicamos las fotos de la fiesta.