Lo ocurrido en la Provincia de Arauco es inaceptable. El día Jueves 3 de mayo, fue asesinado por Carabineros, el trabajador forestal Rodrigo Cisternas Fernández, muerto por tres impactos de bala, en el marco de un conflicto laboral con la empresa Bosques Arauco que se arrastra ya desde marzo de este año.
Los trabajadores forestales llevan dos meses negociando con la empresa, para lograr condiciones laborales y salariales dignas. Finalmente le empresa del Grupo Angelini, decidió dar por cerrada la negociación y desechó las demandas salariales de los trabajadores.
Esta actitud demuestra la voracidad de estas empresas que explotan los recursos naturales y a los hombres y mujeres de nuestro país. La Forestal Bosques Arauco se niega a asumir un reajuste salarial decente para trabajadores que, en su enorme mayoría, ganan entre $130.000 y $300.000. Mientras que durante el año 2006 la misma empresa logró utilidades superiores a los US$620 millones. Lo cierto es que bastaría con las utilidades que esta empresa genera en tres días para dar respuesta a las demandas de los trabajadores.
Tal como ocurrió en 1907 en la Escuela Santa María de Iquique, las fuerzas policiales toman partido a favor de los poderosos, y actúan reprimiendo la movilización de los trabajadores. Las autoridades de gobierno disfrazarán este hecho evidente, dando explicaciones sobre la necesidad de "restablecer el orden público" y acusarán a los trabajadores de "poner en riesgo la seguridad de carabineros".
Se trata de las mismas palabras con que general Roberto Silva Renard relató en su informe los hechos de la Matanza de la Escuela Santa María. Mentirán como Silva Renard, y dirán como él que "todo fue inútil. Durante media hora les hablé con todos los tonos, sin obtener otra cosa que declamaciones sobre las injusticias de que eran víctimas como trabajadores y siempre defraudados en sus jornales por los patrones y capitalistas. Viendo que eran inútiles todos mis esfuerzos pacíficos y persuasivos me retiré haciéndoles saber que iba a emplear la fuerza."
Le mentirán al país, con la complicidad de los medios de comunicación, y dirán como el general Silva Renard en 1907 al cerrar su informe que "el infrascrito lamenta este doloroso resultado del cual son responsables únicamente los ajitadores que ambiciosos de popularidad y dominio arrastran al pueblo a situaciones violentas, contrarias al órden social que por la majestad de la ley la fuerza pública debe amparar por severa que sea su misión."
Los trabajadores forestales llevan dos meses negociando con la empresa, para lograr condiciones laborales y salariales dignas. Finalmente le empresa del Grupo Angelini, decidió dar por cerrada la negociación y desechó las demandas salariales de los trabajadores.
Esta actitud demuestra la voracidad de estas empresas que explotan los recursos naturales y a los hombres y mujeres de nuestro país. La Forestal Bosques Arauco se niega a asumir un reajuste salarial decente para trabajadores que, en su enorme mayoría, ganan entre $130.000 y $300.000. Mientras que durante el año 2006 la misma empresa logró utilidades superiores a los US$620 millones. Lo cierto es que bastaría con las utilidades que esta empresa genera en tres días para dar respuesta a las demandas de los trabajadores.
Tal como ocurrió en 1907 en la Escuela Santa María de Iquique, las fuerzas policiales toman partido a favor de los poderosos, y actúan reprimiendo la movilización de los trabajadores. Las autoridades de gobierno disfrazarán este hecho evidente, dando explicaciones sobre la necesidad de "restablecer el orden público" y acusarán a los trabajadores de "poner en riesgo la seguridad de carabineros".
Se trata de las mismas palabras con que general Roberto Silva Renard relató en su informe los hechos de la Matanza de la Escuela Santa María. Mentirán como Silva Renard, y dirán como él que "todo fue inútil. Durante media hora les hablé con todos los tonos, sin obtener otra cosa que declamaciones sobre las injusticias de que eran víctimas como trabajadores y siempre defraudados en sus jornales por los patrones y capitalistas. Viendo que eran inútiles todos mis esfuerzos pacíficos y persuasivos me retiré haciéndoles saber que iba a emplear la fuerza."
Le mentirán al país, con la complicidad de los medios de comunicación, y dirán como el general Silva Renard en 1907 al cerrar su informe que "el infrascrito lamenta este doloroso resultado del cual son responsables únicamente los ajitadores que ambiciosos de popularidad y dominio arrastran al pueblo a situaciones violentas, contrarias al órden social que por la majestad de la ley la fuerza pública debe amparar por severa que sea su misión."
Después de 100 años, la voz única de los empresarios, la policía y el gobierno de turno, sigue siendo la misma, y las consecuencias de su actuar sigue siendo el asesinato de trabajadores.